A veces, la vida puede parecer muy ajetreada y nuestros sentimientos pueden llegar a ser abrumadores. Podemos sentirnos estresados, molestos o preocupados por... ¿Qué sigue? Puede parecer que necesitamos ser perfectos y tener todo bajo control en todo momento. Pero el autocontrol emocional no se trata de ignorar nuestros sentimientos ni de fingir que estamos bien. Se trata de comprender cómo nos sentimos y aprender a responder de forma saludable. Cuando tus sentimientos comiencen a parecerte demasiado grandes, intenta respirar profundamente.
Parando por un Respirar lentamente y en silencio puede ayudarte a calmarte y a pensar antes de actuar. Esto te da la oportunidad de decidir cómo quieres responder, en lugar de reaccionar de inmediato.
Recuerda, está bien sentirse enojado, triste o frustrado a veces. No tienes que controlar cada sentimiento a la perfección. Lo importante es cómo los manejas. El autocontrol emocional no significa que no te sentirás molesto, sino que no dejes que esos sentimientos te controlen.
Sé amable contigo mismo al practicar esta habilidad. Si te frustras o reaccionas de forma inesperada, no te preocupes. Tómate un momento, aprende de ello y vuelve a intentarlo. El autocontrol emocional requiere práctica, y cada vez que lo practicas, mejoras tu capacidad para gestionar tus emociones con serenidad.
Tenga en cuenta que este blog no constituye asesoramiento ni experiencia médica. El material de esta entrada es solo para fines informativos y no debe utilizarse para tomar decisiones de salud personal sin consultar a un médico o un profesional de la salud mental colegiado.
Con apoyo,
Amanda