Batallas a la hora de dormir: Cómo mantener la calma cuando tus hijos no quieren dormir

Servicio de asesoramiento voluntario > Blog > Batallas a la hora de dormir: Cómo mantener la calma cuando tus hijos no quieren dormir
Decorative Image: A women reading a bedtime story to a child

Es hora de dormir, lo que significa que también estás cansado y tus hijos se están desmoronando en lugar de relajarse. Lo mejor que puedes hacer es mantener la calma.

¿Por qué? Porque cuando nuestros hijos se sienten abrumados por las emociones, su sistema nervioso entra en una reacción de lucha o huida. Esto significa que, si respondemos a su estrés con más estrés, su instinto es defenderse. Recuerda, están en modo de lucha o huida, y cuando nosotros lo estamos, aunque no alcemos la voz, si reaccionamos con impaciencia, irritación o con un lenguaje corporal tenso, instintivamente querrán defenderse y eso significa que las cosas empeoran.

¿Qué hacemos entonces? Queremos recibirlos con calma. Queremos estabilizar nuestra respiración, relajar el cuerpo y hablarles con un tono suave, un tono muy suave, no solo bajo, sino molesto. Y al hacerlo, les enviamos una señal de seguridad. Les decimos, le decimos a su sistema nervioso: "Está bien, puedes relajarte". Y esto no solucionará el momento mágicamente, pero cambia la dinámica. Crea el espacio donde pueden empezar a tranquilizarse. Pueden empezar a relajar el cuerpo y la mente, y tal vez dormir. Y así es como aprenden a manejar sus sentimientos, al ser nuestro ejemplo.

Por Maskit Ronen, MFT.

Batallas a la Hora de Dormir: Cómo Mantener la Calma Cuando Tus Hijos No Quieren Dormir

Es hora de dormir, lo que significa que tú también estás cansado y tus hijos se están derritiendo en lugar de relajarse. Lo más útil que puedes hacer es mantener la calma.

¿Por qué? Porque cuando nuestros hijos se sienten desbordados por las emociones, su sistema nervioso entra en un estado de lucha o escape, lo que significa que si respondemos a su estrés con más estrés, su instinto es defenderse. Recuerda, están en modo lucha o escape y cuando nosotros lo estamos, aunque no levantemos la voz, si respondemos con impaciencia, irritación, nuestro lenguaje del cuerpo está tenso, ellos instintivamente querrán defenderse y eso significa que las cosas empeoran.

¿Qué debemos hacer? Debemos responder con calma. Queremos estabilizar nuestra respiración, relajar nuestro cuerpo y hablar con un tono suave, un tono realmente suave, no molesto en tono bajo. Y cuando hacemos eso, enviamos una señal de seguridad. Les decimos a ellos y, a su sistema nervioso – está bien, puedes relajarte. Esto no va a arreglar mágicamente el momento, pero cambiará la dinámica. Crea el espacio donde pueden empezar a calmarse. Pueden empezar a relajar su cuerpo y su mente y tal vez conciliar el sueño. Y así es como aprenden a manejar sus sentimientos, modelándolos nosotros primero.

Por Maskit Ronen, MFT.