¿Alguna vez sientes que solo finges ser bueno en algo, incluso cuando no lo eres? Eso se llama síndrome del impostor. Te hace dudar de tu éxito y preguntarte si realmente lo mereces. Mucha gente se siente así, pero no te preocupes, hay pasos sencillos que puedes seguir para sentirte mejor con tus logros.
El síndrome del impostor puede hacerte sentir como un impostor, incluso cuando has hecho algo increíble. Quizás pienses que tu éxito es solo cuestión de suerte o que tienes que ser perfecto para evitar el fracaso. Estos pensamientos pueden ser difíciles, pero puedes controlarlos con algunos trucos sencillos. Primero, reconoce que te sientes así y que está bien. Piensa en por qué te sientes así y recuerda que es normal tener dudas. Cuando pienses: "No merezco esto", recuérdate: "Trabajé duro para conseguirlo". Esto puede ayudarte a ver tu éxito con más claridad.
Otro consejo útil es llevar un diario de éxitos. Anota tus logros y cualquier comentario positivo que recibas. Cuando empieces a dudar de ti mismo, revisa tu diario para recordar todo tu esfuerzo. Hablar con amigos, familiares o un mentor sobre tus sentimientos también puede ser útil. Pueden brindarte apoyo y recordarte tus fortalezas. Si el síndrome del impostor te está afectando mucho, considera hablar con un terapeuta de salud mental. Él puede ayudarte a comprender y manejar estos sentimientos.
Has trabajado duro para llegar hasta donde estás y mereces sentirte orgulloso. Al reconocer tus dudas, celebrar tus éxitos y buscar apoyo, puedes empezar a sentirte más seguro. Recuerda, no eres un impostor; has logrado mucho y tienes todo el derecho a sentirte bien por ello.
Con confianza y ánimo,
Amanda