¿Alguna vez sientes que la vida avanza demasiado rápido y que te estás perdiendo las alegrías simples de la vida?
A veces, es difícil apreciar las pequeñas cosas que nos rodean. Una sesión de meditación en la naturaleza puede ayudarte a sentirte más conectado y agradecido, ofreciéndote una vía de escape pacífica del estrés diario.
Para empezar, busca un lugar tranquilo al aire libre que te guste, como un parque, un jardín o un rincón tranquilo de tu patio. Siéntate o túmbate en una posición cómoda y cierra los ojos. Empieza respirando profundamente varias veces para relajarte. Después, concéntrate en los sonidos y las sensaciones que te rodean. Escucha el susurro de las hojas, el canto de los pájaros o el agua cercana. Percibe el aroma de las flores o la sensación de la brisa en tu piel. Esto te ayuda a conectar más profundamente con la naturaleza. Mientras respiras profundamente, piensa en las cosas por las que estás agradecido. Puede ser el calor del sol, la belleza de los árboles o el aire fresco. Visualízalas y agradécelas.
Libera el estrés y las preocupaciones mientras respiras lentamente. Disfruta de la paz que te rodea y permítete experimentar plenamente este momento de calma. Cuando estés listo, vuelve a centrarte en el presente.
Después de meditar, intenta mantener esta sensación de gratitud durante todo el día. Es una forma sencilla de apreciar las cosas buenas de la vida y encontrar más paz en tu día a día.
Con paz y tranquilidad
Amanda